CONSUMO DE AZÚCAR OCULTO
A nuestro organismo le gustan los alimentos dulces y tiene motivos para ello: el azúcar es nuestra principal fuente de energía. Sin embargo, existe un exceso de azúcares simples en nuestra dieta, determinado especialmente por el azúcar añadido a muchos de los alimentos de consumo habitual, en muchos casos, inesperadamente (refrescos, zumos, bollería, galletas, cereales de desayuno, lácteos, postres, pero también salsas, precocinados, pan de mole, etc.).
Acostúmbrate a leer las etiquetas de los productos para detectar el azúcar oculto. La OMS recomienda que el azúcar sea inferior al 10% del valor calórico total de tu dieta. El consumo actual está muy por encima, entre un 16-36%.
Cuando un producto contiene más de un 15% de azúcar, es decir más de 15 g en cada 100 g de producto, aléjate de él, es demasiado azúcar para tu organismo.
En los último años ha aumentado el consumo de alimentos con el apellido “cero por ciento”, “light” , “bajo en…” o “sin”, ya que el sentimiento de culpabilidad es menor que si nos comemos a su hermano “con”. Pero debes tener cuidado, que no es oro todo lo que reluce y existe mucho azúcar oculto. Los alimentos bajos en grasas tienen un mayor contenido en azúcar o edulcorantes, con nombres menos conocidos para que pasen desapercibidos al consumidor: jarabe de maíz, dextrosa, fructosa, sacarosa, glucosa, miel de caña, maltosa, sorbitol, xilitol, sucralosa, siropes…
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